El sexo y el bocho. Entrevista a Pere Estupinyà.

En el último siglo se ha avanzado mucho en la investigación sobre la sexualidad humana. Peleando contra los tabúes sociales hubo importantes personajes de la historia de la ciencia que se dedicaron a sacar a la luz datos concretos y concisos sobre esta temática tan llena de dudas, mitos y disfuncionalidades. Se ha avanzado mucho en lo que respecta a la información divulgada sobre la salud sexual y reproductiva, pero no se ha avanzado casi nada en lo que respecta a difundir respuestas sobre el placer en la sexualidad, o la falta de placer en ella. Por lo tanto, vamos a buscar encontrar quienes son los que tienen estos datos y si han llegado a encontrar algo que logre sorprender a la sociedad actual.

Cuando comencé a investigar me topé con la existencia del libro “S=EX2 , la cien

Pere Estupinyà es químico y bioquímico. Es autor de El ladrón de cerebros (Debate, 2010), Rascar donde no pica (EnDebate, 2012) y S=EX2, la ciencia del sexo (Debate, 2013). En este último narra interesantes y divertidos experimentos realizados para indagar que procesos ocurren en el cerebro durante el acto sexual.

cia del sexo”. Y me interesé en su escritor Pere Estupinyà, un químico y bioquímico, que dejó su doctorado en genética para dedicarse a la divulgación científica. Trabajó como editor y escritor en muchos medios de comunicación. Es un amante de la ciencia, y se dedica a contarla. Estas son las preguntas que le hice en una interesante entrevista:

¿Qué te motivó a escribir este libro?

Prometo que mi primera motivación fue pura curiosidad científica sobre el estudio de la sexualidad. Yo siempre escribo de lo que a mí me interesa, y que creo puede interesar también a los lectores. Pero tiene por fuerza que interesarme a mí. Y en este sentido, descubrí que había muchos científicos investigando aspectos del sexo desde diferentes disciplinas, y explicando historias apasionantes que yo no conocía. Sentí mucho interés. Pero después vino una segunda motivación: por extraño que fuera, ningún autor hispanohablante había escrito un libro parecido. Y eso es una oportunidad enorme para publicar un libro de éxito. Otra motivación fue sin duda la parte lúdica de escribir un libro sobre sexo, y la excusa perfecta que tenía para hacer cosas y meterme en sitios que de otra manera me hubiera sido más difícil. A buen entendedor…

¿Cuál fue el dato científico sobre la sexualidad humana que más te sorprendió?

Lo enormemente parecidos que en realidad somos hombres y mujeres. No somos dos mundos tan separados como a veces se dice. En ocasiones lo parece, pero si analizas datos de nuestra fisiología, neurociencia, e incluso sociología, ves más diferencias entre individuos del mismo género que diferencias generales entre ambos.

Participaste como sujeto de pruebas en diversos experimentos sobre sexualidad, ¿Qué se siente?

Cierto estupor, vergüenza, y mucha curiosidad. Luego depende de cada experimento.

¿Cuál te parece que es el interrogante sexual más grande a descubrir actualmente?

Si te refieres a nivel científico, hay muchos. Uno es por ejemplo entender las bases de la asexualidad; de las personas que no sienten ningún tipo de deseo sexual ni atracción hacia otras personas, y que no les pasa de manera transitoria sino que nunca han sentido interés por el sexo. Otro, que a mí me parece muy curioso, es entender por qué los hombres tenemos período refractario; un tiempo después del orgasmo en el que aunque estemos excitados mentalmente no podemos tener otra erección. Y muchos más…

¿Incluiste en el libro testimonios de experiencias cotidianas (o no tan cotidianas)?

Sí; muchas. Algunas mías y bastantes de gente alrededor. Cuando hablas con sexólogos te suelen citar gente con problemas, o casos extraños, porque eso es lo que ven en sus consultas. Es interesantísimo y lo incluí en el libro, pero también una visión más cotidiana de la sexualidad desde las claves de la atracción y en flirteo en los bares hasta las predisposiciones a la anorgasmia o multiorgasmia femenina.

¿Te parece que como sociedad estamos evolucionando hacia una mirada más abierta de la sexualidad?

Al menos en las sociedades occidentales, absolutamente sí. En aspectos como la homosexualidad, el empoderamiento de la mujer, el sexo casual, la diversidad de prácticas, los nuevos modelos de pareja… tenemos cada vez una mentalidad más abierta, y los datos de estudios sociológicos lo confirman.

En la práctica, ¿te parece que sería útil tener una mirada científica de la sexualidad?

Sí. Para tener mejor sexo quizás los tántricos pueden aportar más que los científicos. Pero entender el funcionamiento interno de nuestro cuerpo y mente da pistas muy útiles para tomar conciencia y enriquecer nuestra sexualidad.

Por Lucía Cané

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